Comunicado de Prensa 29 de noviembre de 2008
Ante la crisis: ¿ Primero los empresarios? o ¿ Primero los trabajadores y los pobres?.
Disyuntiva que tenemos hoy en la Argentina, salvamos primero a los empresarios o apoyamos a las mayorías de menores recursos para que no sean las víctimas de la crisis. Por Humberto Tumini.
El gobierno nacional acaba de lanzar una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis en que el país se va adentrando, producto de la creciente recesión mundial. Las mismas tienen un inequívoco destino de, por sobre todo, ayudar a las empresas, y en especial a las mas grandes. En esa dirección van el blanqueo de capitales y la moratoria impositiva (medidas ambas que rechazamos) y en importante medida el blanqueo de trabajadores; aunque esta última merece mas crédito. Como así también el nombramiento de Débora Giorgi -representante de la UIA en gobiernos varios- en el nuevo Ministerio de la Producción. ¿Y las medidas para beneficiar a las mayorías laboriosas y mas humildes de nuestra sociedad, que son las que en definitiva mantienen la demanda y por ende el funcionamiento del sistema productivo?
Hace un par de meses atrás el gobierno de Bush enviaba al congreso de los EEUU un plan de salvataje de 700.000 millones de dólares. El mismo fue rechazado en primera instancia por los legisladores norteamericanos debido, fundamentalmente, a que se orientaba a salvar a los grandes bancos en problemas y no a prestar ayuda a los ciudadanos endeudados, y en particular a los que no podían pagar sus hipotecas y perderían por ello sus viviendas. Tuvo Bush que hacerle a las medidas todos los cambios necesarios para que se las aprobaran. Es decir, lo que se puso en debate fue que si frente al enorme descalabro que generaron desde el poder financiero, había que salvar a los culpables o a las victimas.
La misma disyuntiva en una medida importante tenemos hoy en la Argentina. Salvamos primero a los empresarios, la famosa "burguesía nacional" nuestra que, como dice hoy Alfredo Zaiat en su columna es "una burguesía predatoria que logra interrumpir ciclos de crecimiento vía aumentos de precios, morosidad en decisiones de inversión que sólo la realizan con subsidios estatales, predominio de comportamientos rentísticos y fuga de capitales como lógica de su propia acumulación", y que, agregamos nosotros, lo primero que hace -preventivamente- frente a la crisis, luego de juntar enormes ganancias en los últimos cinco años, es empezar a suspender y echar trabajadores. O apoyamos a las mayorías de menores recursos para que no sean las víctimas de la crisis y de los grandes empresarios.
Nosotros sostenemos que el gobierno debería hacer al revés de lo que está haciendo. Primero impedir los despidos prohibiéndolos por seis meses tal como ha solicitado la CTA. Al mismo tiempo defender el salario, duplicar el pago por los planes Jefes y Jefas de Hogar y Familias, establecer una asignación universal por hijo, y aumentar ahora y no en marzo las jubilaciones y pensiones. Todas estas medidas defienden los ingresos populares y garantizan que no decaiga la demanda. Solamente sobre esa base se podrá asegurar el adecuado funcionamiento de las empresas y el loable plan de blanquear trabajadores en negro de ellas. Repetimos: ¿Si baja la demanda porque se afectan con la crisis los ingresos de las mayorías populares, cómo se mantiene la oferta -es decir la producción y el empleo- en las empresas?
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
El gobierno nacional acaba de lanzar una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis en que el país se va adentrando, producto de la creciente recesión mundial. Las mismas tienen un inequívoco destino de, por sobre todo, ayudar a las empresas, y en especial a las mas grandes. En esa dirección van el blanqueo de capitales y la moratoria impositiva (medidas ambas que rechazamos) y en importante medida el blanqueo de trabajadores; aunque esta última merece mas crédito. Como así también el nombramiento de Débora Giorgi -representante de la UIA en gobiernos varios- en el nuevo Ministerio de la Producción. ¿Y las medidas para beneficiar a las mayorías laboriosas y mas humildes de nuestra sociedad, que son las que en definitiva mantienen la demanda y por ende el funcionamiento del sistema productivo?
Hace un par de meses atrás el gobierno de Bush enviaba al congreso de los EEUU un plan de salvataje de 700.000 millones de dólares. El mismo fue rechazado en primera instancia por los legisladores norteamericanos debido, fundamentalmente, a que se orientaba a salvar a los grandes bancos en problemas y no a prestar ayuda a los ciudadanos endeudados, y en particular a los que no podían pagar sus hipotecas y perderían por ello sus viviendas. Tuvo Bush que hacerle a las medidas todos los cambios necesarios para que se las aprobaran. Es decir, lo que se puso en debate fue que si frente al enorme descalabro que generaron desde el poder financiero, había que salvar a los culpables o a las victimas.
La misma disyuntiva en una medida importante tenemos hoy en la Argentina. Salvamos primero a los empresarios, la famosa "burguesía nacional" nuestra que, como dice hoy Alfredo Zaiat en su columna es "una burguesía predatoria que logra interrumpir ciclos de crecimiento vía aumentos de precios, morosidad en decisiones de inversión que sólo la realizan con subsidios estatales, predominio de comportamientos rentísticos y fuga de capitales como lógica de su propia acumulación", y que, agregamos nosotros, lo primero que hace -preventivamente- frente a la crisis, luego de juntar enormes ganancias en los últimos cinco años, es empezar a suspender y echar trabajadores. O apoyamos a las mayorías de menores recursos para que no sean las víctimas de la crisis y de los grandes empresarios.
Nosotros sostenemos que el gobierno debería hacer al revés de lo que está haciendo. Primero impedir los despidos prohibiéndolos por seis meses tal como ha solicitado la CTA. Al mismo tiempo defender el salario, duplicar el pago por los planes Jefes y Jefas de Hogar y Familias, establecer una asignación universal por hijo, y aumentar ahora y no en marzo las jubilaciones y pensiones. Todas estas medidas defienden los ingresos populares y garantizan que no decaiga la demanda. Solamente sobre esa base se podrá asegurar el adecuado funcionamiento de las empresas y el loable plan de blanquear trabajadores en negro de ellas. Repetimos: ¿Si baja la demanda porque se afectan con la crisis los ingresos de las mayorías populares, cómo se mantiene la oferta -es decir la producción y el empleo- en las empresas?
Humberto Tumini
Movimiento Libres del Sur
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